Aceptar a los demás segun el psicólogo Rafael Santandreu.

Se nos suele dar mal tratar con la gente. Con la psicología cognitiva puedes resolver esto

El psicólogo Rafael Santandreu nos habla de cómo aprender a tratar con los demás.

Por lo general se nos da mal tratar con la gente en general, al menos con gente que está fuera de nuestro círculo o con situaciones o circunstancias que no sabemos manejar.

Esto por torpeza y por nuestras habilidades sociales, o también porque somos exigentes con los demás.

El ser humano es un ser social, y que mantengamos una red social y nos relacionemos con ella de forma sana incide en una mejor calidad de nuestra vida.

Si somos muy exigentes con los demás, y nos apartamos por lo general, terminaremos solos.

Por eso es necesario aprender a aceptar y tratar con los demás, para no quedarnos sólos

Recuerdo un amigo que se molestaba mucho con los demás por cosas pequeñas. Para él eran importantes esos daños o injusticias que le provocaba la gente, y siempre se lo guardaba. Injusticias que vemos así siempre son bajo nuestro punto de vista.

Pues este amigo mio nunca ha tenido un círculo social demasiado amplio, además de irse reduciendo a lo mínimo.

Es verdad que la gente hace cosas mal que nos perjudican. Tienen sus defectos. Incluso hay gente que vive la vida atropellando a los demás, no son torpezas que cometen sin darse cuenta.

Pero la gente que está amargada y que se dedica a perjudicar al prójimo, lo que provocan es su propia infelicidad y se mantienen en este estado en el que se auto-intoxican ellas mismas.

La aceptación de los demás es importante, porque sino entramos en una dinámica de rechazar a los demás de principio.

Rafael habla incluso de que sea una aceptación incondicional.

Esto no se trata de tolerar que nos hagan daño. Se trata de entender que estas personas que nos perjudican a nosotros, su entorno o la sociedad, son así porque no han sabido ser mejor.

No es justificarlos. Lo que está mal, está mal.

Pero si actúan así es porque están muy equivocadas, porque están amargadas con su vida, porque no han tenido la capacidad de superar sus adversidades personales ni demonios internos con una actitud de superación, y no han podido ni sabido hacerlo mejor.

Al final es porque están en un estado personal en el que hacen lo mejor que pueden y han podido hacer.

Aunque sea una responsabilidad personal de cada uno la de sobreponernos con la mejor actitud ante nuestra situación… pero simplemente es entender que esa persona es así.

Vamos, se puede decir que directamente se les ha ido la pelota. Y se les acepta tal cual son, porque desde su perspectiva tendrán sus motivos pese a que no tengan razón.

Nosotros damos lo que tenemos en nuestro interior. Por lo que date cuenta que tienen amargura e infelicidad en su interior, y esto lo retroalimentan manteniéndose infelices.

Reflexiona en cuando era un bebé esa persona. Cuando eran niños, jugaban y hacían amigos sonriéndole a la vida. Este niño interior lo tenemos todos en nuestro interior, está ahí. Aunque esta persona lo tenga olvidado.

Cuando nos damos cuenta de ello, podemos recuperar la salud mental y volvernos personas felices.

Cuando alguien te haga daño o te trate injustamente, tienes que darte cuenta de esto para no odiarlo como persona. Puede que odies lo que hace, pero no a la persona. Esto viendo a esta persona como alguien loco o confundido.

Si tienes odio en tu interior, sólo conseguirás dañarte a ti mismo. Por tanto comprende esto para liberarte de este odio.

Aceptando a los demás nos dará calma interior y claridad mental en nuestro día a día.

Esto hace que nos abramos a la gente, y vivamos una vida social más saludable.

Las personas con fortaleza emocional casi nunca se pelean con los demás, ni tampoco con las circunstancias.

Rafael Santandreu propone las siguientes estrategias mentales para librarse de de enfadarse con las demás personas:

1º se trata de comprender la locura de la otra persona, tal como hemos dicho.

2º es construirse una autoestima sólida. Sabiendo que valemos lo que valemos, y somos valiosos tal cual somos. Porque está bien como somos.

Cuanto más te liberes de tus complejos, mejor autoestima tendrás.

3º saber comunicarse con los demás. Esto es haciéndolo fácil. Si se comunica escribiendo por mensaje de texto, o el canal que resulte mejor está bien. Lo importante es transmitir el mensaje, no hacer esta comunicación algo complicada, como hablando a la cara directamente si resulta algo complicado. Porque Rafael tiene la experiencia que así al final no se hace, y es mejor comunicar algo por escrito “de manera cobarde” que no comunicarlo.

4º Cuando no hay nada que hacer con la locura del otro, simplemente apartarse pero sin mala intención ni rencor. Es apartarnos para no dañarnos nosotros, por nuestra integridad. No porque le deseemos mal, ni le odiemos.

De hecho, es apartarse deseando que pueda encontrar su camino en la vida.

Pero apartar a la otra persona sólo es en el último caso, ya que solemos pecar de apartar a la gente demasiado rápido.

Primero aprende a que no te molesten los agravios de los demás. Ya luego decides si sigues con la relación o no te interesa.

Piensa que todos los seres humanos somos maravillosos en esencia. Cuando nacemos somos puros. Vuelve a pensar en el ejemplo de cuando éramos bebés y niños.

Pero podemos torcernos en la vida, enloquecer porque estamos confundidos.

Esto debido a cosas como una educación errónea. Porque aprendemos mal las cosas. porque somos imperfectos y sólo tratamos de adaptarnos. Todo en este universo es imperfecto.

Al final una persona ofensiva es una persona perdida.

Comprendiendo esto te da la perspectiva necesaria.

Rafael habla de que somos geniales por nuestra capacidad de amar a los demás y la vida. Esto es lo verdaderamente importante y valioso, y no cualidades externas como ser listos o guapos.

Pueden ser atributos interesantes, y disfrutarlos si los tienes. Pero si no, si los pierdes de un día para otro incluso, puedes vivir sin ello perfectamente y ser feliz.

Fíjate en las personas que son felices sin estos atributos.

Comprendiendo esto puedes encajar la descalificación con tranquilidad porque en realidad no tiene importancia.

Al final el problema es de la locura del otro. No lo dice porque sea verdad. Lo dice porque sufre y está mal.

Rafael propone que te tomes las relaciones difíciles o cualquiera que te resulte complicada como un reto de crecimiento personal. Con este enfoque adquirirás una perspectiva de superación, y mejorará todo.